Un extracto de mi reseña. El resto en : https://www.masteatro.com/critica-julieta-ofelia-suicidas-toda-la-vida-surge-madrid-2018/

» …  Strelher dijo: “La scena, un circo-mondo”. Y así este mago, que hizo de la poética en el escenario su credo, configuró hace muchas décadas su “Re Lear” en el Piccolo. Posó con maestría sobre aquella arena a las figuras enloquecidas y endiabladas, con hambre de amor y sesgados por demencias atronadoras, del rey viejo y desmedido, de su prole desagradecida y de su corte tortuosa. La arena y los gladiadores de nuevo, el coso y las bestias contra los hombres, la lucha para que la muerte tarde en pisar el ruedo y la desesperación por no encontrar beso que sacie, abrazo que ayude, Julieta sin su “teatro bajo la arena” o ley que reconstruya lo que Bécquer pensó que el olvido debía habitar.

     Ayer este montaje de rompe y rasga (rompe esquemas y rasga conciencias, sobre todo las burguesas…), me llevó a la premisa de il maestro de Milán. Un ring y la sal, elemento que mantiene la carne del mar sin que se nos pudra; elemento que escuece en la herida sobre la que se vierta, como las de ayer: dos heridas recreadas, remasterizadas, vueltas del revés para contarnos sus pensamientos del derecho que se llamarán “eternamente” Julieta y Ofelia. Las dos criaturas despertaron para nosotros en la Nave 73, rodeadas de haces de luz sabiamente proyectados, sobrios y creando, como ha de menester, el aire, como yo lo llamo, que ha de rondar la escena. La grada, llena, con público expectante. Era el estreno. Ese día que, como bien sabemos todos que nos dedicamos a esto, contamos con el beneplácito del respetable, pero no por ello se deja de sentir el nervio inevitable por mostrar el trabajo lo más riguroso y limpio posible. Así sucedió… «