Instantes de mi participación en la presentación del libro de Jesús Rivera-Casado sobre la obra dramática de la autora cubana.

Además se contó con la interpretación de sus poemas y textos a cargo de la coreógrafa Olga Bustamante y el actor Arístides Naranjo con «A un jilguero» y «Baltasar» respectivamente.

Tuvo lugar en la Imprenta Artesanal de Madrid el pasado jueves 21 de octubre de 2021.

Os dejo un  extracto de mi obra:

G.- Humo. No más.

Eso es lo que sois.

Yo que os devoraba en busca de alivio,

¿esto es todo lo que me habéis dado?

Por vuestra culpa he creado un universo

con el mismo material que usan las hadas.

 

Ayer os leí y me ilusioné, y hoy me pierdo en la oscuridad.

 Pero ya sabéis que yo no me rindo,

porque mañana volveré a leeros para buscarle;

él es quien me da placer; él es mi tabla de salvación.

Porque si no encuentro hombre que me adueñe,

que sea Dios quien me dé consuelo  en este valle de lágrimas.

Porque si quiero morir

sólo tengo que seguir al hombre  que deseo y que no me desea.

Yo, que de puertas para afuera aparento una diosa,

de puertas para adentro soy animal que lame a su dueño.

El destino pide mi rendición y yo le ofrezco todo mi ser como ofrenda.

No nos engañemos. Aunque le clavemos las espuelas, con el Destino no hay nada que hacer. Es todopoderoso. Y por eso me arrodillo y acepto su mandato, como si de otro dios se tratara Lo mismo me ocurre contigo, amor; contigo el sometimiento es ley. Alimentas mi ansia con tus cartas y me escondes los mapas   para que yo no vaya en tu busca. No sé por qué este placer mío de confundir tus puntos cardinales, de preferir mil témpanos tuyos para que me mantengan en ascuas. En tus alas viajo hacia un hermoso vacío y feliz caigo  en los confines del planeta.

Si quiero sentir el peso de tus estrellas, tengo que cerrar los ojos y quedar a merced del sueño. Lástima que al despertar vuelva la desesperación. Por eso   leo cuanto cae en mis manos, por eso escribo cuanto siento. Poco me importa que las  lecturas del demonio me quiten esta vida que no es vida. ¿Y sabes por qué insisto, amor? ¿Lo sabes? Porque sé  que más allá de un poema siento que me exilias, tan lejos… y esa lejanía es el impulso para volver de rodillas hasta ti.

                                                         Pausa.

No soy la mujer que creen que debo ser. Yo nunca he sido como ellas, las otras, las satisfechas, las que se relamían con mis desgracias cuando yo era niña, cuando joven, ahora… Ellas, las que respiran por costumbre para no sufrir. Ellas, que se entretienen con el aburrido fluir de la corriente. Pero yo  no soy así. Nunca he sido así.  Yo remonto ríos salvajes hasta su nacimiento. ¡Yo conozco otra vida donde la costumbre  es soñar.

                                                           Pausa.

Lees demasiado, Tula, me regañaba mi madre. Y tenía razón ahora que lo pienso. Mi perdición empezó cuando escribía lo que soñaba. Y sufría con gusto. Cuanto más  dolor, más poesía. Esa era y sigue siendo mi ley. Es lo que tiene remontar ríos salvajes. Es lo que tiene escribir… (Se acaricia el vientre.) He aquí mi anzuelo. Aquí está él en cierto modo.  De aquí ya no se me escapa. Aquí renaces de nuevo. No estás en mi vida, no. Pero en esta vida futura que me has dado y que aquí se mueve. Tu esencia seguirá haciendo estragos en la mía. Hágase en mí según  tu palabra.