Un extracto de mi reseña. El resto en: https://www.masteatro.com/critica-bonneville-surge-madrid-2018/

» … Un parlamento que, como las gotas que desprende el suero en nuestra sangre, plantea un suerte de rebeldía ante el ocaso de esta vida nuestra. A través de palabras emitidas en un tono aparentemente sosegado, sin un ápice de rabia casi o de desmedida, el autor y director de la pieza, Miguel Ángel Altet, nos invita a una reflexión áspera, marchita, parca en explicaciones inútiles, con instantes de locura y con pasaje de ida y vuelta siempre a la intimidad no buscada -o sí- al espesor de la estancia, donde el aire ante esa “nada” -que es el crepúsculo vital para el personaje- es irrespirable.

    Al abandonar la sala, recibimos un poema, un manifiesto, versos que concretizan lo que en el escenario se ha desplegado; quizás un desarrollo a posteriori como de agradecimiento, como si con ello, el intérprete quisiera llegar más allá de las tablas y para que su vino derramado -ironía: pues no significa gozo sino todo lo contrario- sirviera para algo… «