Un extracto de mi reseña. El resto en: https://www.masteatro.com/critica-how-to-disappear-completely-grumelotnave-73-surge-madrid-2018/

» … El público asistente -yo incluido- semeja más que un público: los espectadores actuamos de sus compinches, de sus invitados, de sus aliados, cómplices y mensajeros. Consigue el reparto, con su tenacidad juvenil en la escena, hacer gala de su atlética preparación física, de su capacidad para trasmitir micromonólogos en un código de video Instagram -actualidad imperante, búsqueda lograda de conexión sí o sí con el auditorio más joven; destacar asimismo su emisión cuidada de datos enciclopédicos en flashes que denotan la preparación concienzuda de su dramaturgia; ribetes poéticos tampoco faltan, muy íntimos, como de diario post mortem los cuales, desperdigados en ese alegato con aires de manifestación en la Puerta del Sol, suavizan la desgracia que planea por la escena, una desgracia que, en setenta y tres segundos, les servirá tanto a ellos como a nosotros para preguntarnos qué quedará cuando nos hallamos ido: ¿objetos, cartas, testimonios en boca de otros hasta que se cansen de hablar de nosotros y seamos sólo una foto en un mueble bar? Repiten ellos y ellas a modo de estribillo irremediablemente fatalista, versos de una suicida a la que tuve el gusto (¿?) de conocer y con la que trabajé: Sarah Kane: “Lo único permanente es la destrucción”.»