Un extracto de mi reseña. El resto en: https://www.masteatro.com/critica-la-ternura-alfredo-sanzol/

» … La ternura se presenta de principio a fin sin artificios escenográficos ni lumínicos ni musicales -he ahí el quid– como una mezcolanza sabrosa, una alquimia fulgurante bien condimentada para que nuestro paladar saboree gustoso un viaje imaginario hacia los brazos del bardo inglés, cuyo recuerdo estará presente tanto en tramas remasterizadas así como en algunos de sus hits más populares que surgen estratégicamente insertados, a modo de guiño, a lo largo del texto. La ternura -en estos tiempos de amores líquidos y comida rápida que lo mismo es, donde la delicadeza ha dado paso a lo abrupto en las relaciones sentimentales y en donde la palabra se ha rendido lamentablemente ante una acción sin miramientos, es por ello que el cuento de la pieza adquiere un gran valor en su cometido, además de defender los trabajos actuales de amor perdidos y avisar del mucho ruido cuando no hay nueces en el flirteo; de recrear ambiente de corrala antigua donde la palabra se empodera en su enésima potencia y retoma su papel como acotación interna, por no olvidar los mensajes ars amandi sin tapujos de Sanzol, y donde la poesía roza el desespero pero que, justo antes de entrar en terreno de lo ajeno, se retoma a sí misma creando embelesamiento en el respetable. Es más, este conjunto performático apunta a un sustantivo que lo sostiene y eleva: chispa… «