Gracias Miguel F. Gil Palacios, por esta publicación en la revista Recherches Culture et l’Historie dans l’Espace Roman 22 (Presse Universitaires de Strasbrug) y reconocimiento a todo/as nosotro/as. Encontrar el nombre de uno bajo el epígrafe de «generación» es un REGALO. Entusiasta e innovadora fue aquella idea del Centro Andaluz de Teatro en aquel momento de reunirnos, potenciar nuestras inquietudes, redirigirlas y sacarle punta. Recuerdo mis cursos con Onetti, o con la malograda Sarah Kane que, cuando cuento ahora en Madrid que disfruté de sus lecciones y presencia, se quedan boquiabiertos. Inmensa oportunidad para un veintiañero haber trabajado en uno de sus talleres con la Royal Court Theatre de Londres.

Recuerdo cuando oí mi nombre en Teatro Central de Sevilla por ser finalista con mi obra «Barahúnda» en el Romero Esteo en aquel año. Mi obra, a través de la Universidad de Sevilla, fue seleccionada y viajó hasta el Festival de Lille (Francia. Todo esto supuso mi pequeño trampolín para aumentar, aún más si cabe, mi pasión por el Teatro que va a más en este presente.

Y como se dice en inglés «the last but not the least» a mis compañero/as de generación a quienes sigo y admiro, siempre.

Ya somos una familia.