La primera vez fue en el año 2004 en el IV Salón Internacional con mi pieza «Tan sólo repostar» interpretada por Xavier Elorriaga y Belinda Washington. Este texto lo convertí en guión cinematográfico y sirvió como obertura, a modo de corto, para el estreno de mi obra «El Incorrecto» en 2009 en Sevilla.

El próximo octubre vuelvo a este Salón del Libro Teatral con «El detente», una pieza breve que gira en torno al asesinato de un joven en la sierra sevillana a manos de los milicianos durante la Guerra Civil en una emboscada en la que él no era el objetivo sino su propio padre, militar que se dirigía con su familia a psar unos días de descanso a una reserva. Inspirándome en la idea de Manuel Chaves Nogales con su obra maestra  «A sangre y fuego», «El detente»  forma parte de un conjunto de piezas en donde se alternan historias de ambos bandos, pues se trata de retratar, de alertar, sobre los  crímenes sin importar desde qué frontera las balas se hayan disparado. Está basada en un hecho real y desde aquí mi agradecimiento a Lola Serrano, amiga de siempre, por contribuir a esta denuncia.

Os dejo un fragmento:

ELÍAS.-

(Lee el escapulario). «Detente, el corazón de Jesús está conmigo». (A ella) Lo llevaba colgado al cuello, para que lo protegiera. ¿Ves? Es Jesús, con su corazón en llamas y rodeado por una corona de espinas. Nuestro Señor sonríe, como si no le importara tener el pecho abierto. Su corazón es infalible, a prueba de balas. Para eso inventaron esto, para poder detenerlas. Mi hijo lo llevaba colgado al cuello, pero las balas no respetaron la orden sagrada. Es cierto que Jesús hizo su trabajo, en parte sí, porque el corazón de Alberto no derramó ni una sola gota de sangre, pero sí su cabeza. Los dos tiros…