Retomando la colaboración con Masteatro.como, os dejo enlace y extracto de esta representación. Gracias y, siempre que puedan, lean y vayan al teatro.

» … esta cita de Flaubert que me describe durante el periplo yllanesco que comenzó por Vivaldi, pasó por Albéniz y hasta un quejío aflamencado hermanado con Sting y su Roxanne eterna, sin que hubieran faltado en los condimentos Bach o Mozart a ritmo de cabriolas danzantes coquetamente coreografiadas: «Se dejaba ir en el balanceo de las melodías y se sentía vibrar de pies a cabeza, como si los arcos de los violines se pasearan por sus nervios».

    Lo de siempre alterado -que no adulterado- pues de eso se trata: la búsqueda del equipo creador para innovar -ardua tarea- en estos tiempos donde todo parece estar inventado hasta que llega Yllana y te maravilla. Si no saben lo que es el famoso duende, asistan al cortejo que Yllana se marca con el público, melómano o no… «.

Crítica de «Maestrissimo: Pagagnini 2» de Yllana