Un extracto de mi reseña para masteatro.com. El resto en el link.

» … Me dispongo a dejarme llevar por su sola presencia y voz. Un personaje en el ruedo. A saber, pienso. A saber cómo manipulará el Tiempo y el Espacio sideral en el que se ha colocado frente a mi. Curioso, alerta me tiene mientras juega él con ambas coordenadas. Para un personaje siempre es fácil: nunca se va a caer mientras las recorre, aunque sea de puntillas o con tacones. Su naturaleza siempre estará a salvo en ese ahí, en aquelahora. Lo que me intriga o me subyuga es cómo el cuerpo de Sarachu le va dando almadurante más de una hora en un lugar desnudo que parece ser que es un teatro vacío, esa oquedad donde todo puede cambiarse al son de las palabras, esa cueva de las maravillas que se magnifica al ritmo de la acción, esa caverna de sombras donde nada es verdad ni es mentira, pues dependerá todo del color del cristal con que lo observemos: en este caso, intensamente azul… «.

Crítica de “Intensamente azules” de Juan Mayorga