Como es habitual, os dejo extracto de la reseña y link donde la podéis leer al completo.

» … Port Arthur, pienso, comparte los descriptores de este tipo de vertiente dramatúrgica de denuncia y testimonio, tomando como base los parlamentos prácticamente transcritos de la realidad -lo cual la hace previsible y la emoción se rinde a la presunción. y obliga al espectador a situarse como mano ejecutora a condenar más que a salvar. Poco espacio deja el texto de Casanovas entonces para que la afinidad con el agresor/perverso/asesino/ladrón/psicópata pueda producirse. Al auditorio se le otorga la decisión de elegir entre Barrabás y Jesucristo. Ya en la suicida y podrida corte de Elsinor, el rey no pudo soportar la denuncia que le habían restregado los cómicos, amigos de su sobrino Hamlet y el público en The Rose ya se convirtió en jurado popular. Es quizá el público ahora quien ha de retomar su rol de coro griego -mudo- y postularse como el interlocutor (accusatio) en escena y su propia consciencia. Según Oliva Herrer los personajes representan a un grupo social completo no al individuo y que desde el punto de vista discursivo las bases del teatro documento son las mismas que la del teatro épico. Se trata eso sí como afirma la investigadora de educar políticamente al público y convertirlo en un medio de lucha…».

Crítica de “Port Arthur” de Jordi Casanovas